Cuando hemos presenciado o hemos sido víctimas del ninguneo por parte de un grupo o de otro es un simbolismo de eliminación, presenciamos al otro más nos hacemos los sordos y mudos ante las declaraciones.
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Este tipo de simbolismos los apreciamos cuando estamos en
nuestros primeros años en el colegio como cuando ya estamos un poco más grandes, en esta etapa se castiga porque sí o porque no o bien sea por una
particularidad de tu físico o forma de ser.
Es una práctica perversa que siembra la semilla de un
malestar emocional, personal y social es tanto que afecta la autoestima del
niño o adolescente sujeto de esta eliminación de su presencia, porque poco a
poco afecta su capacidad de merecimiento, lastimosamente se naturaliza una práctica
que a simple vista parece inofensiva, pero no lo es tanto para quien lo vive o
lo haya vivido en carne propia.
El ninguneo es una práctica social que consiste en
descalificar a otra persona por la vía de la indiferencia cabe resaltar que
dicha práctica se cataloga como violencia moral o psicológica, es una expresión
de crueldad que algunas personas o grupos creen tener el derecho de desplegar.
Los niveles de ninguneo
Conocemos la omisión ante ideas, pensamientos, conductas y ciertos
sentimientos que son objeto de discriminación hacia un grupo de personas o un
individuo este tipo de “ninguneo” está la xenofobia y la codificación.
Por consiguiente, tenemos el ninguneo social basta con la
indiferencia para hacerle sentir al otro que lo que es, no cuentan, declarada práctica la ejercen mucho los gobiernos y ciertos grupos políticos hacia el
pueblo.
La burocracia es experta en ningunear con las necesidades básicas
de la población como son la salud, la educación, el empleo, trámites fiscales etc.
porque ellos juegan con tu tiempo a través de papeleos sin la intención de
ayudar solo busca entorpecer para que desistas.
Se ningunea los sentimientos en muchas ocasiones, se menos valía
el sentir del otro como por ejemplo “no es posible que sientas eso”, “no
exageres, además no es para tanto” o “es un pequeño trauma de tu infancia, supéralo”
son palabras muy inofensivas, pero que no lo son tanto para quien lo experimenta.
Las ideas y opiniones también se prestan para omitir su
relevancia como “lo que manifiestas es totalmente equivocado” aquí surge una pregunta
¿quién o quienes tienen la autoridad real para descalificar radicalmente lo que
otro piensa?
Este fenómeno de carácter social como también individual a hecho por esta razón exista la discriminación, etiquetas sociales, juicios de valor, presión social, desinformación hacia un sector de la población en específico de ahí que surge el siguiente cuestionamiento ¿cómo podemos desde nuestra propia acción ir mitigando y erradicando estas conductas tan perjudiciales y nocivas?
Bases fundamentales para poder combatir este fenómeno.
En el terreno individual es importante saber quienes somos,
hacer un examen de consciencia ser amigos de las críticas y rechazos de parte
de otros, sin embargo, esto no quiere mencionar que toleramos y nos dejemos inrespetar, lo
que se busca es ser inteligentes con el manejo de los juicios que emitimos como
los que recibimos.
Este fenómeno tarde que temprano recae en otras personas, trayendo afectaciones a su desarrollo, psicosocial y psicoemocional no se busca tampoco victimizar, no obstante todo lo que realizamos en nuestras vidas tiene una consecuencia que llegara y afectará a nuestro alrededor, por ello somos seres humanos dotados de un cerebro que permite predecir, pero también precaver cuando nuestras palabras y conductas pueden herir profundamente a otros.
Tenemos que comprender que no todos somos iguales y que cada
uno de nosotros tiene una manera muy distinta de procesar su realidad que está
sujeta a interpretaciones y creencias.
Desde lo social para mitigar el ninguneo está la inclusión de
sectores poblacionales que por años han sido alejados y discriminados por las
masas, y esto se logra en la educación y se fortalece con la generación de
empleo, de saber tomar riesgos y tomar riesgos en muchas ocasiones son
necesarios para un beneficio a largo plazo.
Por ello desde ya aprendamos a visualizar y accionar en cómo podemos aportar en vez de destruir solo por el hecho de ser aceptados por una sociedad cada vez más enferma que no tolera y no gusta de lo diferente por temores mal infundados y con ningún argumento de peso.
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