Sabias que la nueva enfermedad del siglo XXI es la ansiedad y el estrés, esto se debe a la llegada de la era digital como el romantizar la productividad sin control, es el exceso lo que nos perjudica por ello no sabemos tomar el control de nuestras vidas porque simplemente no sabemos gobernarnos.
Para muchos el hiper análisis o exceso de pensamientos de lo que harán antes, durante y después de su día a día, aunque muchos ven este aspecto como algo beneficio puede volverse perjudicial para nuestra salud mental, generando ciclos de ansiedad, angustia y temor ante esas cuestiones no planeadas.
Pensar demasiado agota en especial si estos pensamientos
tienen un halo de negatividad, por naturaleza nuestro cerebro reptiliano es el más
primitivo que tenemos y esta parte se encarga de anticiparnos ante un peligro,
pero esa mezcla de miedo y angustia de pensar en el futuro es algo que es muy
común entre nosotros en este nuevo siglo.
Esto en ocasiones genera un sobrepeso mental y resta inercia
a la felicidad puesto que estamos obsesionados en evitar riesgos y nos
desentendemos del presente.
El sobrepeso mental ocurre cuando consumes de mala calidad
los pensamientos que traen consigo ideas nocivas y toxicas que van envenenando
nuestros proyectos, autoestima y esperanza.
Neurocientíficos indican que las personas tenemos 30 mil
pensamientos al día y cerca del 80% de ellos carecen de utilidad, es decir nos
perdemos entre pensamientos que no tienen un fin alguno, imaginándonos el peor
de los escenarios ante x o y situacion que nos trae como resultado final
afectar nuestra productividad del día a día como el descanso reparador para
continuar con el propósito.
Todo reside en que no es tanto la cantidad de pensamientos
que influye, pero lo que más impacta son la calidad de esos pensamientos es
allí donde está el meollo.
Pensar en exceso afecta a nuestro cerebro.
Así es queridos lectores es por ejemplo trae a tu
imaginación a un atleta que se dispone a ejecutar un ejercicio sabe que la
parte de su cuerpo que más debe controlar es su cerebro y no tanto su cuerpo,
si quieres comprobarlo mira eventos ya grabados de grandes atletas que no se
enfocaron positivamente en lograrlo, sino que perdieron la calma y confianza en
sus capacidades.
Entre más un atleta se concentre en los errores perderá el
desempeño ya que allí no habrá una armonía entre la calidad de sus pensamientos
y la conducta que va a hacer.
La mejor manera ante situaciones de ansiedad y nervios
independiente si eres un atleta o cualquier cosa que realices en el día a día
todo se centra en estar 100% enfocados, calmados y con miras al objetivo.
Ahora estos procesos se localizan en el lóbulo frontal es
ahí donde planificamos, comparamos la información, realizamos inferencias,
reflexionamos y analizamos ahora bien cada uno de estos procesos demandan una
buena cantidad de energía por ello es beneficioso saber en qué momentos hacer
un stop y en qué momento poner actuar ese engranaje.
Tiempos de multitasking
Con la llegada de la era digital que nos instauro en la
hiperconectividad donde estamos navegando desde que nos despertamos hasta que
nos acostamos en nuestros celulares o laptops, como menciona el psicólogo
cognitivo David E. Mayer, aunque nuestro cerebro tiene la gran capacidad de
hacer muchas tareas a la vez, este tiene un límite que debe ser respetado.
Tareas tan cotidianas como dirigirnos a nuestro lugar de
trabajo, estudio o cualquier otra actividad vamos realizando otra actividad ya
sea en el auto o autobús respondiendo mensajes, escuchando la radio o atascado
en un trancón, generan un elevado estrés mental.
La pregunta está en ¿pensar demasiado un día y un día no? esto no traerá nada bueno ya que estamos en un elevado agotamiento mental pero
el estar haciendo múltiples tareas a la vez modificara la arquitectura del
funcionamiento de nuestro cerebro, no nos hace más productivos y eficaces sino
al contrario seremos poco eficientes y trayéndonos bajas en el estado de ánimo.
Observa la calidad de tus pensamientos y te diré el nivel de satisfacción
En otras palabras, pensar menos y mejor para tener una
calidad y bienestar óptimos, Albert Ellis padre de la terapia racional emotiva
nos dice que lo que nos afecta mas no es lo que nos ocurre más bien es el modo
en como interpretamos lo que nos sucede.
Una situacion para que lo interiorices mejor, estas por
salir de tu lugar de estudio o trabajo mientras te diriges a coger el autobús
sientes como te caen unas gotas de agua en tu cara, notas que pronto viene la
lluvia ¿tu como reaccionarias? Por un lado, lo ves como algo malo, tu mente
dispara el piloto de malos pensamientos o por otro lado sabes que ya estas a
nada de subir al bus, tienes tu paraguas, te subes y aprecias como cae cada
gota.
Notas la diferencia de una persona que se angustia y
desespera por unas simples gotas de agua a otra que solo lo ve como algo
natural y normal de un día a día, como todo en la vida hace sol o se nubla,
pero como nos dice Ellis todo depende de la calidad y como asumes tú la
interpretación que le das a las situaciones.
Permítele a la mente poner un freno de vez en cuando y que
tenga periodos de descanso eso si quédate para mostrarte como hacer esto con
las siguientes estrategias:
4 estrategias para bajar la velocidad a nuestros pensamientos.
1. Reduce el exceso de pensamientos deja de enfocarte en el futuro con anticipaciones negativas y con el filo de la angustia más el peso del miedo. Practica el mindfulness y la atencion plena, nosotros tenemos el control de modificar lo que sentimos cambiando aquello que nos decimos.
2. Gestionar el plano emocional es de lograr convencernos de que todo estará bien que no estamos ante un peligro inminente y empezar a cautivar la calma interior.
3. Practicar la meditación por 15 minutos al día nos trae control de la calidad de esos pensamientos como calmar esa mente hiperactiva enfocándonos en el momento presente.
4. Piensa y luego suelta, claro que, si hay momentos en que necesitamos reflexionar hacia algún aspecto de nuestra vida, buscar opciones y hacer inferencias esta escala nos colabora a tomar mejores decisiones, pero en exceso es contraproducente. Tomate ese tiempo para pensar y luego suelta confía en el proceso y en ti.
Finalmente, un modo de ganar satisfacción en nuestras vidas es controlar la cantidad y calidad de nuestros pensamientos dejar a un lado estos esquemas “tengo que”, “debo hacer”, “puede que”, “debería ser” y “mejor que” cámbialos por algo mas positivo y voluntario para potencializar nuestro bienestar y calidad de la salud mental.
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