Por ESTO no duras con tus parejas

Estamos con nuestra pareja o hijos de repente llega un momento que nos sentimos fastidiados por su presencia y suena cruel aunque es algo que nos caracteriza como seres humanos, existen dos tipos en este factor que trae situaciones molestas hasta incómodas con quienes nos relacionamos.


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Con respecto al tema de hoy en esta nueva entrada quiero invitarte a que conozcas como saber identificar una ambivalencia ya sea natural a una que es dolorosa, a lo largo de esta nueva entrada conoceremos porque somos ambivalentes, a que se debe que nos llegue a hastiar a seres que queremos, también si nosotros somos los ambivalentes en una relación o, por el contrario, si estás pasando por una de ellas.

Contradicción y malestar

El no saber que queremos es algo característico de nosotros los seres humanos, tenemos todo y a la vez no nos apetece nada, estamos con nuestra pareja y la amamos, sin embargo, a la vez deseamos un tiempo a solas. ¿te ha sucedido este tipo de situación?

Considerando que en las relaciones de  pareja estas ambivalencias son más comunes de lo que parece generando en cierto modo malestar, ya que esto se acompaña con un sentimiento de culpa y malestar emocional no obstante sabes muy bien que en el fondo tus intenciones son buenas y solo quieres espacio para ti.

En las relaciones de pareja es muy popular esto, ni contigo, ni sin ti, detrás de esas ambivalencias existe un abandono o traición bien sea de tú parte o sea de tu pareja y es allí donde empiezan las batallas campales porque ninguno quiere soltar al otro, pero enseguida lo/a quieres bien lejos.

Pero la verdad es que en muchos casos en este tipo de relación terminan por terminar, porque son dos personas con heridas no resultas, ¿esto tiene solución? Claro que si, pero va en el compromiso de ambos por mantener ese fuego vivo, de lo contario será inevitable que vuelva a surgir.

La contradicción y el malestar que genera el estar con una persona ambivalente es muy molesto y si eres el que no sabe con seguridad que deseas es más molesto aún para ti, más adelante te guiaré para que sepas como aprender adquirir seguridad y límites.




Somos seres disonantes

Nuestro cerebro como organismo, mente y procesador es muy flojo, por eso la disonancia cognitiva considerando que no está preparado para filtrar ambigüedades vengan de donde vengan, en un mundo lleno de estímulos, dado que nuestro cerebro tiene una finalidad clara que es filtrar, etiquetar y simplificar reduciendo al máximo todo el caos que nos envuelve.

El siguiente aspecto justifica porque cuando tenemos a nuestros hijos jugando encima de nosotros y al momento trabajando y/o haciendo otra actividad, desearíamos que estuvieran en el colegio ahora en tiempos de pandemia, o el otro caso es estar con un amigo, pero ya su compañía nos hastía y lo queremos despedir cuanto antes.

Esto puede parecer bastante inadecuado hasta de mal gusto, por tanto, somos seres con una capacidad limitada inmersos en una cultura que influye demasiado en como debemos vivir nuestras vidas.

Tener un tiempo a solas donde nuestros hijos y seres queridos comprendan que dichos espacios son necesarios para recargarnos de nuevas energías y procesar toda la información recibida en el día a día con el fin de luego dar lo mejor de nosotros.

No podemos con tanta información o hacemos una sola cosa o hacemos la otra, pero las dos cosas al mismo tiempo no es lo mejor, debido a que la atención disminuye significativamente por la cantidad de datos que debemos manejar.

¿Como conducir la ambivalencia de la mejor manera?

En el caso de las ambivalencias dolorosas, de esas relaciones ya sea de amistad o pareja hay que tener en cuenta que lo mejor es poner límites y ser coherentes con nosotros primero y luego con los demás, 

Por el contrario, sentirás que no haces lo correcto y la larga esa relación pasara del disfrute al dolor recuerda este dicho popular "del amor al odio hay un solo paso" aquí lo mejor para ti es renunciar a ella.

Que bienestar te va a traer una relación que solo te produce malestar o tú le estás produciendo un malestar al otro, la vida se trata de eso de soltar, has un examen de consciencia y sincerate contigo para cortar con esa cadena una vez por todas.

De lo contrario si se te dificulta mejor busca ayuda profesional para poder entender el rollo que te está afectando y que aún no has podido identificar, no está de más una guía profesional y especializada si esta situación está ya interfiriendo en tu cotidianidad.

En particular con las ambivalencias normales donde queremos establecer una línea donde el otro no se sienta ofendido y malinterprete tus necesidades emocionales, lo mejor aquí es comunicar, poner unos puntos con el otro como un común acuerdo entre ambas partes.

Que desees estar solo unos días y tu pareja está allí, díselo con cariño y respeto que eso no afecta el amor que sientes por el/ella, en la otra situación si eres madre de hijos pequeños pídele a tu esposo o a otro familiar que si pueden cuidártelos un fin de semana para que tengas un espacio de disfrute de tu propia compañía.


Reflexionemos

Con el objetivo de identificar y a minorar ese sentimiento de culpa, la comunicación y la identificación de prioridades en nosotros, es la clave para que tú puedas establecer barreras asertivas con las personas y que ellas también lo consideren para consigo mismos.

Hay una realidad innegable, las personas, situaciones son pasajeras y al final del camino estaremos nosotros con nosotros mismos, no es una apología al aislamiento sino a que la única constante es el cambio y que aprovechemos el tiempo de calidad conectado con unas buenas dosis de añoranza y un rico balance entre estar contigo para disfrutar más plenamente con los seres queridos.

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