Construir relaciones sólidas y nutritivas emocionalmente, tomar decisiones responsables y hacerle frente a los conflictos son aspectos que se relacionan a las habilidades socioemocionales. Por ello aquí vamos a conocer de que tratan y su funcionalidad en nuestro día a día.
Las habilidades socioemocionales son un tema aún pendiente en nuestras vidas, por eso en ámbitos escolares se contempla con prioridad implementar la aplicación de estas como un curriculum escolar extra, para generar curiosidad en estudiantes y porque no en maestros.
Haciendo una analogía a este tema, tenemos el aloe vera una planta con muchas propiedades para la salud física como estética, aunque en muchas ocasiones menospreciamos sus grandes beneficios.
Así nos sucede a nosotros como seres sujetos a la interacción con otros, desconocemos por parte propia, que en muchas ocasiones nos cuesta tomar decisiones responsables, construir relaciones sanas y enfrentar con asertividad los conflictos que se nos presenta.
¿Pero en sí que son las habilidades socioemocionales?
Básicamente, las podríamos definir como “herramientas para la vida” en un estudio llevado a cabo por el Dr. Joseph Durlak, de la universidad de Illinois destaca que el conjunto de dichas habilidades son adquiridas el aprendizaje emocional, el entorno familiar, la escuela, la sociedad y el desarrollo personal del individuo.
Por lo tanto, cabe resaltar que todo niño y/o adolescente posee la capacidad de combinar estos elementos y tener una respuesta positiva también asertiva en su entorno al momento de interactuar, serán adultos capaces de enfrentar situaciones difíciles con cautela e inteligencia pero sobre todo inteligencia emocional.
¿Cuáles serian esas habilidades socioemocionales que todos deberíamos trabajar?
- Expectativas realistas: es decir establecer metas cercanas a la realidad, alcanzables y que potencialicen nuestra realización personal.
- Saber comunicar y escuchar: Bien sea expresar adecuadamente y auténticamente como nos sentimos de igual forma solucionar problemas, son pilares esenciales para una mejor relación con nosotros mismos y nuestro entorno.
- Conciencia social: se refiere a tener la capacidad de comprender las realidades ajenas para conectar con los demás.
- Autogestión: se trata de la capacidad de autorregular nuestras emociones en situaciones de alta tensión, o sea sin perder el control y sabiendo ajustar nuestro comportamiento adaptándolo a las circunstancias de la mejor manera.
- Autoconciencia: es la capacidad que tenemos de reconocer nuestras emociones identificando su funcionalidad como relación que tiene con nuestros pensamientos y conductas.
Según Jones, DE, Greenberg, M y Crowley, M (2015) resaltan que iniciarse de manera temprana en el desarrollo de estas competencias socioemocionales aumenta la adaptación social, ámbito que si o si influye en nuestra salud física como mental.
Conoce los beneficios que te otorga desarrollar dichas habilidades
- Reducción de conductas agresivas.
- Las relaciones afectivas con familiares, amigos y compañeros de trabajo mejoran satisfactoriamente.
- Resolvemos los problemas de manera más eficaz.
- Potencia la perseverancia a la hora de alcanzar un objetivo.
- Creamos entornos más empáticos por ende más humanos.
- Reducción de la ansiedad y depresión.
Con motivo de que las identifiques, cabe mencionar que una investigación realizada por la universidad de Pensilvania encabezada por el Dr. Damon Jones demostró que niños que fueron entrenados desde los 4 años en habilidades socioemocionales, presentaron un mejor rendimiento a lo largo de su vida académica.
Por consecuente en la vida adulta experimentará más satisfacción en su trabajo, familia y de manera general.
- Durlak, JA, Weissberg, RP, Dymnicki, AB, Taylor, RD y Schellinger, KB (2011). El impacto de mejorar el aprendizaje social y emocional de los estudiantes: un metaanálisis de intervenciones universales basadas en la escuela. Desarrollo infantil, 821, 405-432.
- Jones, DE, Greenberg, M. y Crowley, M. (2015). Funcionamiento socioemocional temprano y salud pública: la relación entre la competencia social del jardín de infancia y el bienestar futuro. Revista Estadounidense de Salud Pública, 105, 2283-2290.
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